jueves, 31 de julio de 2014

Ojos cerrados.


6:48. Amy despierta con vendas en los ojos sin saber por qué. –Wes… -ella lo busca con las manos – ¡Wes! Él, que dormía a su lado responde  –Estoy aquí, tranquila. – ¿Por qué no puedo ver? –Son las vendas, no te preocupes. Llegan dos enfermeras, una de ellas le retira el vendaje a Amy mientras que la otra le explica a Wesley lo que sucedió. –Su chica, sufrió un impacto directo a los ojos por agua salada que atravesó parte de su pupila. Estará bien, pero aún es indefinido el periodo por el que su chica no podrá ver. – ¡¿qué?! –lo siento mucho. Dijo la enfermera antes de retirarse con su compañera y darles el alta.

Amy –tengo miedo. –te ayudare. –Has hecho mucho por mí, déjame en un asilo para discapacitados, estaré bien. –no quiero dejarte… no sé por qué. –No quiero que lo hagas, pero creo que es lo correcto –Empezaremos una nueva vida. – ¿cómo? –tengo suficiente dinero como para sobrevivir los siguientes 15 años. – ¿Cómo es eso posible? –mis ahorros de cuando era niño… uno que otro trabajo sucio. –Eres un ángel.

Dos semanas después.

Patitas de perro se oyen subiendo las escaleras – ¡Rocco, ven perrito! El lazarillo corre hasta su compañera moviendo la cola y devolviéndole la pelota. Vuelve a lanzar la pelota y Wes la toma por la cintura –Creo que de verdad le agradas. –El hecho de que sea lazarillo no quiere decir que no pueda jugar. –Tienes razón. Wes levanta a Amy y la lleva hasta el sofá. Rocco se queda comiendo  en la sala de estar mientras la pareja sube las escaleras. –Nunca creí que mi discapacidad fuese tan fácil de llevar. –No es fácil de llevar cariño, es solo que has sabido como defenderte y no perder las esperanzas con esto. –Ni siquiera cuando creí que te morías perdí las esperanzas… tú me haces querer ser más  fuerte. Él la abraza fuerte a la vez que le sube el camisón. Susurra –eres la más hermosa. –y tú me haces desear recuperar la vista, ya no quiero verte solo en mis sueños.

Caricias los llevan a un beso; y esa mezcla los lleva a hacer el amor, suave y placentero. Literalmente hasta al amanecer. El tiempo pasa increíblemente rápido y caen dormidos uno sobre los brazos del otro.

Tres meses después, Amy puede ver un poco mejor, no del todo, pero ve más que sombras.

Una mañana como cualquiera, sale con su lazarillo a la farmacia.
Pocas horas después, llega a casa con una cena preparada y un regalo. – ¿qué es esto cariño? –quiero que celebremos este milagro. – ¿qué sucedió? –Estoy embarazada. – ¡oh dios! Wes la abraza y la levanta dando vueltas. Se le ponen los ojos llorosos de felicidad y besa el vientre de su prometida. Wes –no creí que eso fuese posible por la condición de mi sangre. –ni yo querido, ni yo. Se sientan a comer. –Por nuestro bebe. –Por una vida juntos. –te amo. –y yo a ti Amy. Finalizó mirándola como si solo ella existiera. Como si solo ella importara.

Un año y 8 meses más tarde.

Él bebe está aprendiendo a caminar. Nació prematuro, pero muy sano. Ese mismo día, la familia fue a visitar un parque y de camino en la radio suena “The Forgotten” de Green Day. Aparcan y esperan a que culmine la canción para bajar.

Josh, él bebe ríe a carcajadas mientras su madre lo columpia y su padre toma fotografías.
Wes toma fotografías a cada momento y por cualquier cosa que hace su pequeño hijo. –Amor voy al baño con Josh, vuelvo enseguida. –claro cariño. Un beso inocente los separa, quizá para siempre.

Mientras ella cambia a su hijo, el lazarillo comienza a gruñir – ¿Qué tienes Rocco? Dice la chica mientras sujeta fuerte a su hijo. Se oye un disparo. Se tumba en el sueño cubriendo a su pequeño. El lazarillo corre hasta donde ocurrió el suceso; a los pocos segundos Rocco llora, chillando como si lo estuviesen lastimando.

Amy pregunta a las personas cercanas si es seguro salir antes de seguir caminando.  Si, pero le advierto. La escena es fuerte. Nerviosa sale del baño con cautela. Ve a Wesley agonizante, tirado en el suelo con sangre en su pecho. Un desgarrador grito perturba varios tímpanos.

Llegan los paramédicos.

Con un brazo sosteniendo con poca fuerza a su bebe llora sobre el cuerpo de su amado. –Permiso señorita, él necesita ser llevado a emergencias. –ella asiente con la cabeza llorando inconsolablemente.


Se le acerca una anciano alto. –Tranquila chiquilla, tu esposo es fuerte y sobrevivirá. – ¿Cómo puede estar tan seguro? Pronuncio con voz temblorosa y secando sus lagrimas. –Porque es mi nieto. El anciano sonriendo acaricia el rostro del pequeño y se va.

domingo, 27 de julio de 2014

Sremaerd.


Paul, es un hombre que desde niño demostró su interés por ciencia. Ahora el joven de 23 años es un científico muy reconocido y aclamado por las masas. Pero en secreto fundó una pequeña asociación junto a su mano derecha Rob, llamada Sremaerd; “soñadores” escrito al revés.

Sremaerd se dedica a escarbar en la vida de jóvenes y adultos que han conseguido la habilidad de controlar sus sueños. Eso los lleva a espiar movimientos, conocimientos y a investigar en hechos del pasado.

Esta mañana llegaron unas diez de cajas con expedientes que su personal se ocupó en recolectar. –Aquí están los últimos cinco meses de investigación. –Gracias señores. Respondió Paul amablemente. Había 2800 expedientes. –Rob ven y ayúdame, tenemos trabajo por hacer. Enseguida se pusieron a descartar las personas que no encajan con los criterios de la investigación y tras 22 horas de arduo trabajo, ya solo quedan 974 expedientes. –Continuaremos luego, me llevare algunos expedientes a casa. –Haré lo mismo. Respondió Rob.

Una ducha, una taza de té y un sándwich más tarde, Paul se acuesta para recuperar energías. Al despertar descarta otros 200 expedientes, quedando solo 300 que servirán para su investigación. De los cuales un caso esta hecho a su medida, es simplemente… perfecto. Elia Rundle de 20 años es una chica residente de Des Moines, Iowa y que además padece de una rara enfermedad llamada “Síndrome de Kleine-Levin” o “Síndrome de la bella durmiente”. Gracias a la ciencia y a la informática, Sremaerd ha podido espiar cada movimiento de la familia Rundle; han colocado dispositivos de vigilancia como cámaras, micrófonos y sensores. Elia como muchos, habla dormida; dice cosas muy interesantes, cosas que aún no se han descubierto o no se han resuelto, como vida en otros planetas que simpaticen con los humanos y la cura para ciertas enfermedades terminales.  

Cuando Elia comenzó a medicarse para poder mantenerse despierta decidió mudarse sola. Ya con 21 años la chica abrió su propia galería de arte, donde exhibía cuadros propios y de otros talentosos artistas.

Una mañana cuando volvía de trotar, consiguió a un hombre en su sala de estar, Paul. Antes de que la chica pudiese gritar, fue sedada y trasladada a la sede de Sremaerd en Hawái. Cuando despierta está en un avión con los dos socios. – ¿Quiénes son ustedes? – ¿tienes miedo? –no tengo miedo, pero me gustaría saber ¿Quiénes son y por qué me secuestraron? –oh por dios no uses esa denominación. Reprocha Rob –Exacto, no lo veas como un secuestro, queremos que seas miembro de nuestra asociación. Dice Paul –ya tengo un trabajo, gracias. –Multiplicaremos tus ganancias por cien si aceptas nuestra petición. – ¿Por qué yo? La aeronave se detiene. –Veras, te hemos estado vigilando hace poco más de un año cuando recién habías cumplido 20 años. – ¿y? –dices cosas muy interesantes cuando duermes. –La chica se aleja un poco –No te asustes, me refiero a extraterrestres y esas cosas. –oh. Rob –Bienvenida a Hawái. Dice mostrándole una hermosa casa. –Aquí vivirás si decides colaborar con nuestros estudios. – ¿Qué clase de científicos son ustedes? –de los que creen que el futuro es, modificar nuestro entorno con el poder de nuestra mente mientras dormimos. Ella susurra a un tono de voz casi imperceptible están locos, muy locos.

Tras un mes de adaptación, buscar trabajo, conocer más acerca de Sremaerd  y estabilizarse en Hawái, comienzan los experimentos. –Hemos desarrollado una droga que hará que podamos dormir tanto tiempo como tú. –Entonces estarán conmigo en los sueños. –Así es, mientras estemos conectados a los sensores, sí. –Bien.
Al cabo de unos 28 minutos Elia logra conciliar el sueño. –Esto es increíble. Comenta Rob. –Es el planeta dúo... se podría decir que es un planeta siamés. La población Duonesa nos tiene mucho respeto a los terrícolas.

Cuando llegan son recibidos con Drishvkas – ¿Por qué nos dan joyería? Susurra Rob. –No son collares Rob, eso parecen pero mira el interior de las capsulas. Responde Paul. –Exactamente, esto es lo que para nosotros es una botella de vino, solo que cada perla es una botella distinta. Aclaró Elia. – ¿botellas? pero sin son del tamaño de una nuez –Claro, pero si abres una de las perlas, podrás servirte seis copas. –Interesante. Dijo mientras detallaba un poco mejor las Drishvkas. – ¿sabes si en otros planetas hay vida Elia? Preguntó Paul. –Hubo vida en marte, como había sospechado. Plutón fue el primer planeta habitado, en Saturno hay una especie de ciclopes que no entienden nuestra lengua y en los otros planetas… pues, sucedió una tragedia hace unos años. – ¿Cómo los astrónomos no se enteraron? –para los Duoneses, los años equivalen lo que para nosotros serían días. Rob – ¿Cuánto tiempo llevamos aquí? –cinco días. – ¿días? Pero si apenas hemos visitado el centro de la… ¿ciudad? –aquí el tiempo pasa más rápido. Paul – ¿Qué tragedia sucedió en los otros planetas Elia? –los llevaré a mi yurlekt y hablaremos allí. – ¿Qué es eso? Pregunta Rob. –Es mi casa, llevo tanto tiempo en el planeta Dúo que me asignaron una. –Entran a la acogedora burbuja –Es transparente. Comenta Paul –Son las ventanas, parece una burbuja pero una vez aquí dentro no pueden vernos a menos que así lo queramos. Rob – ¿No explotará la burbuja con nosotros aquí dentro? –un yurlekt es mucho más fuerte que el concreto, aguanta más peso y golpes. – ¿cómo? –la composición del aire en Dúo supongo, no lo sé. Es complicado – ¡Pero vives aquí! –Solo a veces, cuando duermo. La toma por los hombros con violencia – ¡déjala Rob! –Pero… –nos está ayudando.

Momento de silencio.

Paul –Por favor, cuéntanos qué sucedió en los otros planetas, ¿Por qué no hay vida? Elia suspira. –según lo que vi en un pihxma, (lo que para nosotros sería un documental) lo que afecta a la tierra, también afecta en mayor magnitud a otros planetas. Ya sea el aumento de la temperatura, hiperpoblación y contaminación.

En Plutón por ejemplo, vivían animales súper desarrollados y al aumentar la temperatura en los polos, los plutonianos sufrieron la consecuencia al inverso. Paul –se congelaron. –exactamente. Mercurio, Neptuno, Júpiter y Venus son la fuente de materia prima de las otras galaxias. Marte, al igual que Plutón sufrió terribles consecuencias que lo llevaron a la extinción, primero comenzó por extinguirse la vegetación. Sobrevivieron un tiempo pero sin agua ni suficiente comida u oxígeno, fueron muriendo uno por uno. Algunos se mudaron a los planetas cercanos, pero se asfixiaron debido a la composición del oxígeno que para ellos era toxico. En Urano por otro lado, hacen constantes investigaciones sobre vida en otros planetas y de cómo evitar los problemas que los afectan, ellos no comen ni necesitan oxígeno, es el planeta con más inteligencia del sistema solar. – ¿en qué parte esta dúo? –estamos en una galaxia no muy lejana a la nuestra. –Asombroso. –es hora de irnos.
Despiertan.
Rob –Cuanto polvo. –Dormimos mucho tiempo. Responde Elia apoyándose del marco de la ventana  – ¿Cuánto tiempo? Pregunta Paul –Casi tres semanas.



Cartas a Evan.


Estaba oyendo aquel músico que me recomendaste hace unos meses y, debo admitir que la manera en que su voz acaricia mis problemas y se los lleva, me ha motivado un poco. A veces imagino que su voz es la tuya y me sorprendo pensando en ti otra vez. “One” en especial me hace desear estar contigo justo ahora, mientras te escribo.

Evan, a veces te siento conmigo y luego reacciono. Mucho después de que le hablo a las paredes como si fueras tú. Solo quiero saber cómo eres, como se siente estar contigo, si sientes lo que escribes para mí, o solo copias y pegas de internet. No me malinterpretes, es solo que he dejado de creer en el amor y cuando hablo contigo… vuelvo a creer en él de a ratos.

Te recomiendo escuchar “The edge of a pedal” de Bran Craine, la estaba escuchando justo ahora y no pude evitar pensar en un sueño que tuve contigo, algo atrevido debo advertir.

Estábamos tú y yo, en una cama bajo el mar… sueño al fin. Y cuando nos despertamos estábamos en un balcón que más bien, era una cueva muy fina. ¿Te imaginas? Pasamos de estar en una cama bajo el mar con flores azules, a estar en una cueva que parecía una suite volcánica.

Sé que esta carta es un poco corta pero, sentí la necesidad de enviarte una última antes de conocernos. Aun no puedo creer que hayamos quedado en vacacionar juntos.

Nos vemos pronto.

                                                                                                          Eliana.

jueves, 24 de julio de 2014

Vida de una informante invisible. Parte III.


9:59 am.

Blake despertó primero. Desayunó y mientras tomaba una ducha, Alissa despierta; va por un vaso de agua, se recuesta a la pared unos segundos. Va al baño y se sienta en un taburete junto al lavabo –Ali ¿Qué estás haciendo? –no lo sé. Sale de la ducha –dame un momento para vestirme. –ella lo abraza. –Ali estoy mojado. –no importa. – ¿Qué tienes? –nada, es solo que hace mucho que no estoy con alguien (Parte IV). Ella le da un poco de espacio. Ahora él la abraza.

Se recuesta en la cama mientras oye “Bella Notte” de Ludovico Einaudi. – ¿recuerdas esa canción? – ¿debería? –Cuando nos conocimos,  en la inauguración de la aquella libreria… ¿recuerdas? –  ¿Cómo olvidarlo?, nos perdimos y terminamos en una playa a las tres de la madrugada –Sobre eso… la verdad no nos perdimos, quería llevarte allí.–Alissa le hace caricias en la espalda –bésame. Dijo casi susurrando. Él enfoca su vista en los ojos de la chica y se muerde los labios antes de besarla.

Suena el teléfono.

Blake no quiere parar de besarla. Pero ella interrumpe el beso –contesta, puede ser importante. Yo no me iré. Contesto con una mirada picarona.

Vuelve unos segundos luego. –es para ti. Ella levanta una ceja preguntándose si eso es bueno o malo. – ¿hola? –Alissa Merker, te contrato por los próximos dos meses. Dijo un hombre con voz rasposa y grave con acento francés. –Está bien, envíeme la información y fecha de inicio. –te pago 100.000 dólares hoy a las 15:00 si me garantizas que comenzaras mañana. –es una oferta tentadora, pero necesito leer la información antes de aceptar el trabajo. –está bien. El hombre cuelga. – ¿Qué quería? Pregunto Blake mientras servía café –Contratarme para un trabajo. – ¿será peligroso? –no lo sé, pero no me importa. Contigo me siento tan libre y despreocupada, estar contigo es… no lo sé, ya no le estoy buscando el lado malo a todo. –eso es felicidad. –Nunca lo había sentido antes. – ¿nunca? –solo contigo.

Poco después llega el correo con la información del trabajo. Cierra los ojos y se tapa la boca, alejando su celular. – ¿es peligroso cierto? –el trabajo es en Alemania. – ¿te iras a Alemania? –por dos meses. – ¿cuándo? –mañana. Blake busca la calma –entonces aprovechemos el tiempo que nos queda juntos. Revivamos el ayer. –Mejor vivamos el ahora como si fuera ayer. Él la mira como a nadie y ella le devuelve la mirada con dulzura y algo de inocencia.

Se visten y suben al auto. Alissa – ¿A dónde iremos? –A todas partes. Primera parada: Restaurante italiano. –espero que te guste. –venia de niña a este lugar. – ¿te gustaba? –me encantaba. Piden varios platos del menú y comparten. – ¿vino? –si por favor. Se van un poco después del mediodía. Segunda parada: parque de diversiones. Alissa –no vengo desde la secundaria. –no me conocías en secundaria. –te imagino como un rebelde sin causa. –así era. –no has cambiado mucho. –así es. –me gustas. Él sonríe para distraerla y luego la carga mientras corriendo la lleva a los carritos chocones. Sus carcajadas contagian a los demás y pronto se dan cuenta de que a su alrededor, están riendo y jugando igual que unos chiquillos.

Tercera y última parada: la playa. Eran casi las 22:00 cuando llegaron; a pesar de la hora, había gente, jóvenes universitarios disfrutando de la buena vida. Se colaron en la fiesta hasta las 3:00 am. Estaban en la orilla hablando de trivialidades de la vida.

Sexualidad, un lugar solitario y una pareja. Oportuno. Colocan un par de toallas cerca de la orilla y en un abrir y cerrar de ojos, pasó de una conversación inocente a desvestirse. –no pares. Susurraba Alisa mientras gemía. Blake se detiene un momento a pensar… no va a verla en los próximos dos meses.

Como si no hubiera un mañana, Blake muerde los labios de Ali y la penetra con fuerza, ella se torna un poco agresiva rasguñando la espalda de su chico; ambos cuerpos se impactan casi como si fuese una coreografía, cada movimiento libera la energía necesaria.

Una serie de orgasmos dan inicio a un nuevo día. Siguen, siguen y siguen con besos eróticos, caricias que son más de lo que se puede explicar.   

Exhaustos, se colocan algo de ropa y se sientan para despedirse.  Ya el sol ha salido, es hora de irse. Blake –Esta es la misma playa en la que nos conocimos... no quisiera que me dejaras así nomas. Alissa suspira recordando aquel día –yo tampoco. No después de esto. Él –Adiós. Ella –Hasta luego.

domingo, 20 de julio de 2014

Cartas a Evan.


2 de Julio.
Hoy el día estuvo lluvioso por si te lo preguntas, estuve pensando en ti… imaginándote. Tus ojos, tu cabello, tu cuerpo. Intentando darle a un rostro a quien está detrás de las cartas que con tantas ansias espero todos los domingos por la tarde.
Me comentaste que querías una vida sin problemas y sentirte satisfecho con lo que haces… sé lo que se siente, sé lo que se siente estar sin rumbo.
Evan, a veces hacemos las cosas con la intención de complacer a los demás, con la ilusión de que lo que escribimos podrá alguna vez, ayudar a alguien. Ese es nuestro ideal pero la realidad es que la mayoría solo quiere sexo, violencia y ficción, es la moda y ¿sabes? Yo no soy de esas personas. Nunca lo he sido, ni cuando era niña, ni cuando tuve todas esas relaciones que no llegaron más allá de un par de semanas… nadie me soporta.
Supongo que en este mundillo de la escritura ya estoy obsoleta. Podre vivir con eso. La cosa es ¿seré feliz sabiéndolo? Me han dicho que hay miles de maneras de ser feliz, buscando una pareja por ejemplo. Haha es irónico, lo más cercano a una pareja que tengo eres tú y ¡ni siquiera sé si eres real!
En cuanto a lo que me dijiste, lamento decírtelo pero ni las personas con menos necesidades están exentas de los problemas. Para tener una vida libre, solo tienes que aprender a ignorar algunas cosas… como la sociedad, los momentos de soledad y la ignorancia. Es difícil omitir estas cosas y por eso nos complicamos la vida. Sin embargo, evalúa lo que te molesta y siempre piensa “eso estuvo mal, pero pudo ser peor” e intenta mejorar y mejorar cada vez más. Hasta que todo sea más espontaneo. Sé que no soy la más indicada para darte consejos, soy una artista frustrada que perdió su juventud en la escuela de derecho, y más tarde en bufetes aburridos. Todo por conseguir la aprobación de mi padre.
Al fin y al cabo, no conseguí su aprobación, me despidieron y ahora vivo en el mismo estudio en el que pinto.
No estoy segura si esto que te digo te hace sentir mejor mi querido Evan, pero no le deseo a nadie lo que me ha pasado a mí. Fumar como si no hubiese un mañana, de bar en bar con caminatas en la playa, no es tan lindo como suena cuando no tienes a nadie con quien compartir esos momentos.
Recuerda que a veces las personas más infelices sonreímos por costumbre, porque nos han dicho que la sonrisa es nuestra carta de presentación, pero ser feliz es mucho más que una carta de presentación.
Espero con los brazos abiertos tu próxima carta, hasta pronto.
                                       Con amor, Eliana.

sábado, 19 de julio de 2014

Vida de una Blogger.


Ava, es una muchacha común. Tímida ante lo desconocido, es bromista, de mente abierta e ingenua pero no estúpida.

Una mañana, despertó con ganas de hacer un cambio radical, quería comenzar de nuevo. Ese mismo día, salió de su casa y decidió cortarse el cabello para cambiar de look, de largo por los hombros se lo dejo corto por las mejillas. Compro ropa nueva y se comprometió a adoptar una manera de actuar un poco más femenina. Todo iba bien.

Unos días antes, su padre la había llamado para estar al tanto de su rendimiento académico; la verdad es que no le iba muy bien y fue sincera con él. Su padre le reprocho, resaltando que su único deber es estudiar, dijo que estaba muy decepcionado y que probablemente  terminaría siendo una rebelde sin causa como su madre o seria una persona vaga, sin futuro. Su manera despectiva de hablar, su necesidad de opacar y minimizar a los demás era algo difícil de ignorar.

Las cosas se iban poniendo peores. Su madre, una persona muy despreocupada/jovial que no soporta la imposición de reglas y compromisos combinado con su padre que, es un hombre materialista y arrogante, generaba impotencia en la muchacha.

Ava conoció a grupo por la web. Esos chicos, pese a las bromas, la hacían sentir como en casa. Son alegres, con metas trazadas y con diferentes maneras de pensar. A veces ella los llamaba por Skype para distraerse de sus problemas. Hablaban cada vez mas y la confianza se fue fortaleciendo a tal punto de compartir temas privados, como el blog de Ava y problemas personales.

Graduación, deportes, trabajo, familia, amigos. Todo tenia una especial importancia para ella pero no sabía a qué darle prioridad. Su padre la criticaba por ser pesimista, su madre le gritaba por no ser mas independiente y sus abuelos se callaban en los momentos más inoportunos pero ¿qué podían hacer? Todos tenían sus propias vidas. Fue entonces cuando se decidió a ordenar sus prioridades.

Volvió a trotar por las noches, pudo controlar su insomnio, ansiedad y mal humor. Fue hermoso mientras duró.

Esta mañana, su perro se quedó atorado en la cerca y casi muere asfixiado. Su madre y su padrastro le restaron importancia. "Es solo un perro" dijeron. Además, su padre se enteró de algo, llamo a media tarde eufórico preguntando la fecha fija de la graduación, ella le respondió y él se negó a creerle, Ava le explico más calmadamente, cuando en verdad solo quería colgar y aislarse del mundo por unos momentos.

Más tarde, ese día su padre volvió a llamar y contesto la abuela de Ava. Unas cuantas mentiras luego, otro regaño sin razón llego para la chica en bandeja de plata. Bueno, tal vez tenia una razón, pero era errada. Ser estudiante no significa tener una vida sin problemas, sonara minúsculo, pero las discusiones y consecuencias de una familia disfuncional pueden afectar mucho a los mas jóvenes con poca experiencia. 

El padre de Ava nunca tuvo credibilidad del todo. La chica tuvo mas protagonismos y mas apoyo tras comunicarse con su familia y decir la verdad por desalentadora que fuese. 

Eso no cambiaba a su despreocupada madre ni a sus abuelos. Pero era un avance. Ella descubrió que amar, no es solo dar besos y abrazos. Es tener a alguien en quien confiar y sepa que a veces tu silencio puede ser paz interior, ser feliz con esa persona sin importar las discusiones, reír incluso en los momentos de silencio porque te has dado cuenta de que no cambiarias a esa persona por nada.

Comenzó por sincerarse con su padre y no aguantar mas sus insultos, sin importar si le gustaba o no. Continuo cumpliendo las cosas de su lista, como graduarse de bachiller y conseguir un trabajo de verano. Las cosas no estaban bien, pero sin duda podían mejorar. Ava acepto la realidad y las cosas empezaron a tomar forma.

La pasaba bien con sus amigos de la web, se divertía con su mejor amiga, escribía con mas fluidez en su blog, escuchaba música y pues, llevaba una vida como cualquier otro, buscándole a los obstáculos de la vida, algo bueno para superarse a sí misma cada día.

Esta es parte de una historia real, mi historia.


"El pasado no necesitamos borrarlo, ni editarlo, ni se puede cambiar Solo necesitamos aceptarlo, superarlo y seguir adelante"

viernes, 18 de julio de 2014

Último suspiro, última esperanza. (Pasion de un profugo)


Hay un escalofriante silencio. 9:29.
Wes abre los ojos aun con sueño.
Se levanta exaltado – ¿qué sucede? Pregunta Amy. – ¿Qué oyes? Se aceleró Wesley. –Nada. –exacto, algo anda mal. –no te preocupes, vuelve a la cama Wes. –¡no puedo! Dice en un arrebato. Desliza las cortinas y ve el mar. – ¿pero qué diablos? Amy se levanta a ver. La chica entra en pánico al darse cuenta de que se están moviendo, estaban en la misma habitación de hace unas horas… pero ahora estaban a bordo de un barco.
Viendo lo irreal de la situación la chica grita – ¡Esto no es posible! –son mis padres. Susurró el muchacho. – ¿Qué estás diciendo? No seas tonto ellos no harían esto. –no los conoces.
Suena una ensordecedora sirena.
Amy se cubre los oídos y se agacha junto a la cama – ¿A dónde vamos? – ¿qué? – ¡¿A dónde vamos ahora?! – ¡no te entiendo! Dice Wes antes de tomarla por el brazo y llevársela para afuera. Quedan sorprendidos por lo que ven; es un barco pesquero sin tripulación. Sin embargo no es eso lo raro, sino lo que está escrito en las paredes. “No importa donde estén, sino a donde van”. Intentaron entrar a la cabina del capitán, pero no pudieron, la puerta estaba trabada y los vidrios eran blindados. –Esto es muy malo, se excedieron esta vez. – ¿eso qué significa? –no sé cómo sacarnos de aquí.
Por detrás de ellos aparecen los padres de Wesley con cloroformo en unos pañuelos. Oyen los pasos y reaccionan, pero ya es tarde. Luchan por quitarse el pañuelo de la boca pero ya surtió efecto la droga.
Wesley despierta atado a una camilla con intravenosas –al fin hijo, creímos que no despertarías nunca. –no se cansan de fastidiarme la vida ¿cierto? –hijo, lo hacemos por el bien de la ciencia y la humanidad. Sabemos que lo que hicimos estuvo mal. –es un poco tarde ¿no creen? – ¡oh!, pero por supuesto que no. Este momento es prefecto. – ¿mamá dónde está Amy? – ¿quién? –La chica que venía conmigo. –Ah, era un parasito así que la lanzamos por la borda. –No bromeo mamá esto es muy en serio ¿Dónde está? –No te miento, tu padre fue a tirarla por la borda a penas despertara para que no se ahogara tan pronto. –Ustedes están enfermos.
Llega el padre de Wes –eres un infeliz, como te atreves a matar a Amy. – ¿quién? – ¡La chica que venía conmigo! Grito intentando liberarse mientras aumenta su enrojecimiento. –Tranquilo hijo, le di un salvavidas. – ¿y crees que eso la salvara? –pues no, pero no tenía intenciones de salvarla. – ¿todo esto lo hacen por mi sangre? –así es hijo, por eso son las intravenosas. – ¡Que novedad! me harán más experimentos. –oh no, hijo esa fase ya acabo. Ahora extraeremos tu sangre. – ¿me han perseguido estos años solo para extraer un poco de mi sangre? Y dicen que eso es amor paternal. –hijo, cuando tu madre y yo nos casamos nuestro sueño era desarrollar un anticuerpo para ciertos tipos de cáncer. –En lugar de eso, creamos un virus mortífero al que solo son inmunes los huéspedes O+ como tu cariño. Completo su madre. – ¿y que tienen eso de bueno? Pregunto Wes –para ti no mucho, cuando nos referimos a “extraer” nos referimos  a toda tu sangre. – ¡¿qué?! –Vas a morir hijo mío.
Comienzan a extraer su sangre.
Al llegar a los 2.5 litros de sangre, Wes “pierde la conciencia” –Mi Amor, creo que es suficiente. –Tiene 6 litros, 0.5 más y ya lo prometo. –De acuerdo. Con tres litros de sangre, llevan a Wes a donde mismo lanzaron a Amy hace un tiempo y lo lanzan a él también. El barco sigue su curso dejando el cuerpo de Wesley a la deriva.
Aproximadamente unos 20 minutos más tarde un pequeño bote lo rescata. Intentan reanimarlo con pocos resultados, el pulso es lento y su palidez se hace más aguda cada vez. Tras repetidos intentos, lo logran. Wes despierta. – ¿dónde estoy? Pregunta mareado –A salvo, pero debes reposar. Te llevaremos a un médico tan rápido como podamos. Recostada a su lado esta Amy dormida, inconsciente… quizá muerta. De igual forma le toma la mano y la aprieta con fuerza aun sintiendo que se va a desmayar. Pocos segundos antes de perder el conocimiento, recibe un apretón de vuelta dándole esperanzas a Wes.  

martes, 15 de julio de 2014

Pasion de un profugo.


Aruba, 19: 20.

Wesley, de 21 años, visita la isla por primera vez con intenciones de quedarse. Es un muchacho de pocas palabras que escapó de su hogar hace dos años y es semi-nómada desde entonces; ha vivido en Moscú, Londres, India y Costa Rica. No se ha estabilizado no porque no quiera hacerlo, sino que es perseguido por sus propios padres desde que dejó casa. Y no precisamente porque lo extrañan, sino porque la sangre del muchacho es muy preciada para sus experimentos, la necesitan y necesitan seguir con las pruebas.

Finalmente está tranquilo, al menos por unos meses hasta que consiga estadía en otro lugar. Wes va a las tiendas para cambiar de ropa y luego a cortarse el cabello. Comienza a llover. Todo a su alrededor pierde volumen y dimensión. La lluvia es algo que no había disfrutado hace mucho, había algo en ella que lo hacía sentir libre por primera vez en dos años. Vuelve a su hotel, desempaca y más tarde decide bajar al bar.

A eso de las 23:46 el muchacho pide otra ronda de cuba libre. Ve un par de personas vestidas totalmente de color negro, con lentes oscuros y sombreros. No está seguro si vienen por él, pero decide no arriesgarse y salir del hotel a caminar. Una chica corre desesperada del otro lado de la calle; él sigue con su camino intentando no involucrarse. Unos minutos luego, la pierde de vista y suspira de alivio. La misma chica se le aparece de frente –¡ayúdame por favor! Me están siguiendo. –Lo siento, no puedo ayudarte. Tendrás que llamar a la policía. Ella lo toma por los hombros. –Ellos quieren matarme y la policía me entregaría a ellos, están de su lado. Wesley piensa en sus padres y pierde el control –¿¡Quién eres y por qué te siguen!? –me siguen porque escape de un esposo abusivo con mucho poder. Yo soy su juguete, él me hace… –lo siento, no me importa saber. Suerte con eso, no puedo ayudarte. –¡por favor! –búscate otro esposo, cambia tu nombre y apariencia, ¡no eres la única con problemas! La chica lo piensa, deja salir algunas lágrimas, pero aguanta y se va sin decir nada más.

Cien metros más tarde –¿quieres ser mi esposo? Grita la chica a lo lejos. Él la ignora y entra al hotel. Ella lo sigue. Se dirige a la recepción –disculpe señorita, ¿ha visto a un hombre alto de cabello negro con una camiseta de los Rolling Stones? –es un huésped. –¿Podría decirle he venido a verlo? –por supuesto. Repica el teléfono. –no contesta ¿quiere dejarle un mensaje? –no, gracias. Aquí esta. -Abraza a Wes simulando noviazgo. Él la aparta –¿Qué haces aquí? Vete. –déjame quedarme contigo y no te molestare más, lo juro. –no me pidas dinero, ni que te acompañe a ningún lado. –¡gracias! –no te ilusiones, si me haces molestar te echaré. –Prometo no molestarte. –está bien, dile a la recepcionista que te agregue a la cuenta y te de una llave. –claro. Wes, susurra “¿en qué problema me metí ahora?”. –¡Listo! Dice la chica sonriente –woho. Respondió el muchacho sin ánimos.

Llegan a la habitación.

Bien tu lado es el izquierdo, no me toques ni me pidas que tengamos relaciones –¿te refieres al sexo? –no lo llames así. –¿sexo? –deja de decirlo. –¿eres virgen? –deja de hacer tantas preguntas. –¡oh por dios! Eres virgen. –no, pero la última chica con que lo hice murió ¿de acuerdo? Silencio total. –mi lado es el izquierdo, entendido. –gracias. Ambos se acuestan e intentan dormir.

Tras el desayuno, Wesley sale a trotar y como cachorrito Amy va detrás de él. Un hombre toma a Amy por los brazos y antes de poder atarla, ella lo patea en la ingle. Se desata lanzando varios golpes hasta dejarlo inconsciente y corre en sentido contrario a Wes. Él la sigue. –¿Qué fue eso? –me encontraron, hay que cambiarnos de hotel. Dos hombres armados y con silenciadores se le acercan para acorralarla, ella sigilosamente toma a uno de ellos por la muñeca y dispara, aun sosteniendo al hombre le dispara al otro. Ambos desangrándose en el suelo; ella frota con gel anti-bacterial la mano derecha del primero. –¿estás loca, qué haces? –baja la voz, estoy borrando mis huellas. El chico mira a los lados, desesperado. –Agente encubierto del FBI. Dijo mientras mostraba una placa falsa. Llamen a la policía local.

Dejan el lugar de inmediato y rápidamente se cambian de hotel.

Wesley –por qué te preocupa que te sigan si eres agente del FBI, diles que se encarguen. –no lo soy, la placa es falsa. –oh, entonces es momento de separarnos. –no, no lo es. Respondió mientras apuntaba a la frente del muchacho. –oh no, si no morí en estos dos años no me va a matar una niña ingenua. –mejor cierra la boca. -Con un movimiento simple, Wes disloca el hombro de la chica haciéndola soltar el arma. –¿segura que quieres matarme? Eres buena actriz, pero no llegas más lejos de ahí. –Cuando tienes un esposo como el mío, saber actuar es indispensable. –todas las mujeres actúan. –una mujer enamorada no actúa. –vamos a un médico a que pongan tu hombro en su lugar. –no es necesario. Ella lo hace en unos segundos.

Recostados en la cama surge una pregunta –¿Por qué mataste a la última chica con que te acostaste? –no la mate, murió. –¿así de grande lo tienes? –no murió por el tamaño de mi pene. –Entonces ¿cómo? –mis padres hicieron muchos experimentos en mí, de niño era muy enfermizo. –¿y qué? –mi sangre es diferente, si transfiero saliva, sangre, sudor o… semen a un huésped que no es compatible conmigo, muere. –entonces si hago esto… ¿muero? -Amy le baja la cremallera del pantalón y acerca su boca. Él se levanta de un respingo de la cama. –¿eres suicida o qué? –Tal vez soy compatible con tu tipo de sangre. Dijo mientras lo recostaba a la pared y besaba su cuello. Se siente bien –pero se aleja igualmente. –¡oh vamos! Algo de sexo te vendría bien. –no ahora, aun no llega el mediodía y ¿ya tienes ganas? Además puedes morir. –no me importa, si no muero ahora, me mataran eventualmente. Prefiero morir de una manera placentera. –Lamento decepcionarte, pero aquella chica murió lenta y dolorosamente en un hospital. No creo que quieras morir así. Amy –¿quieres almorzar?

Pasan varias horas en silencio.

Van a la dormir y a la mañana siguiente, Wes siente placer. Luego reacciona –¿¡Qué haces!? –un oral. –no lo hagas. -ella cubre la boca de Wesley con su mano. –No hables, no pienses, solo sígueme la corriente. –no sé cómo hacerlo.

Suena “Game of Love” de Daft Punk, “Guilty kisses” de Ilya, “Love is blindness ” de Trespassers William, entre otras canciones de la playlist. Wes la toma con fuerza por la cintura con una  mano y con la otra cambian de posición, el arriba, ella abajo. Comienzan con suaves embestidas -ella le rodea el cuello con los brazos mientras sus cuerpos rozan. Se coloca sobre su miembro haciendo masajes eróticos.
Oral; en el suelo; recostados en la pared; de vuelta en la cama y 69. Orgasmos continuos. Jadeos que como suspiros, acarician los labios de Wes. Tomándose de las manos, un abrazo y en un intento por besarse otro orgasmo los interrumpe. Amy queda sensible las caricia. Un trabajo de manos cubre todas las expectativas de la chica. Por último, un beso en la frente. Oyen “I want you” de Lotte Kestner. te dije que no sabia cómo hacerlo. Comentó sarcásticamente, sacándole una sonrisa.
Amy –¿qué haremos ahora que saben donde estamos? –Sobrevivir. Respondió mientras la abrazaba.

Vida de una informante invisible. Parte II.


3:00 am.

Alissa se forzó a despertar de una pesadilla. No quiso seguir durmiendo, se vistió mientras esperaba a que Blake contestara a su celular –¿Hola? –Te invito a desayunar. –Claro, solo déjame terminar de despertar. –Nos vemos en media hora. –Claro, claro. Cuelga y vuelve a la cama.

Se viste y guarda una muda de ropa en un bolso mediano. Blake llama –¿Voy a buscarte? –ya estoy saliendo, nos vemos allá. –Está bien, o mejor podemos… -Blake cuelga. –irnos juntos. Dice el chico tomándola por la cintura. Ella muestra una sonrisa sutil e intenta involuntariamente de besarlo. –ya me rompiste una vez la nariz por intentar besarte, no me volverá a pasar. –lo siento, no sé por qué lo hice. –No sabes por qué intentaste besarme o no sabes por qué me rompiste la nariz. Momento de silencio. –¿ambos? Él respira profundo apretando sus puños –está bien, no tiene importancia. –lo siento. –no te disculpes.

Entran al café para tomar su desayuno. Piden lo de siempre, waffles. –y bien, ¿me dirás por qué después de tantas veces que has rechazado mis invitaciones, hoy fuiste tú quien me invito?  –me di cuenta de algo –¿te gusta tu mejor amigo? esperaba algo mejor de ti, algo peligroso. –no me gustas, solo vine a preguntarte si querias mudarte conmigo. –¿Qué dices? Eso es como decir “no me gustas, pero no puedo estar sin ti”. –no seas egocéntrico, sabes por qué te necesito. –No me necesitas, me quieres –te tengo confianza, es distinto. –Me quieres –cállate. –te necesito porque eres mi informante. –me quieres porque sabes que te entiendo, es más, me necesitas porque… -ella interrumpe –porque no quiero estar sola. Se le cortan las palabras a Blake. –oh, entonces va en serio. –así es. –ven a mi departamento, es más grande. –me siento más cómoda en mi departamento. –no siempre estarás en tu zona de confort Ali, deberías saberlo. –lo sé. –entonces múdate conmigo. Llega la camarera a traer las bebidas –Disculpen que me entrometa, pero hacen una linda pareja, amiga deberías irte con él, se nota que es el paquete completo. Blake –Lo ves ¡hasta la señora, lo dice!... estamos destinados a estar juntos. –gracias señora, lo pensare. Ella asiente con la cabeza y se va. –¿ya decidiste? –por supuesto que no. Terminan su desayuno.

Salen del café y se van a una plaza para sentarse y conversar.

Momento de silencio incómodo. –si aún no has decidido… ¿Por qué el bolso? –son armas. –Ali, las bragas solo son armas cuando las sabes usar. –hablo de armas de fuego. –ábrelo. –no lo abriré, no es un lugar para –¡cuidado! –¡ah! Se distrae y él logra tomar el bolso. Lo abre. Alissa se sonroja. –¿ya tenías planeado quedarte conmigo? –no a vivir, es solo que necesitaba estar con alguien. –entonces vámonos, te mostrare el departamento.

En lugar de eso, se desvían. Tal vez a propósito. Van a varios bares a catar, de allí a una discoteca y de allí, finalmente al departamento de Blake. –el baño esta al fondo, por si quieres ducharte. La cocina está a la derecha y los cuartos están arriba. Es tu casa. –gracias Blake, que dulce. –¿a que se debe todo esto Alissa? El cambio de actitud, de la nada comienzas a notarme… intentaste besarme. –me canse de ser invisible. –¿de qué hablas? Los hombres te buscan, las empresas te buscan y hasta los mafiosos te buscan. –No lo entiendes, no tengo identidad. Para ti soy Alissa, para los empresarios soy Elizabeth y para los mafiosos siempre uso un alias. –es la vida que te toco. Yo no me quejaría, tu vida es emocionante. –no lo es cuando tienes que mentir para sostener otras mentiras y no meter la pata. –eso lo puedes cambiar. –ese es el problema, no sé qué hacer. -rompe en llanto. –por eso te llame a ti, eres el único con el que puedo hablar sobre esto. –te ayudare. –¿cómo? Tendría que empezar todo de nuevo. –así es. Él la silencia con un beso.

Una mirada penetrante los deja mudos por unos segundos hasta que Blake rompe la tensión con un susurro. Se acercan al sofá. Se intensifica el beso a medida que se desvisten –esta es tu solución a todo ¿cierto? –no estoy seguro de que esta vez funcione. Los impactos van disminuyendo la velocidad. Llegan al orgasmo. Ella cierra los ojos, siente como todos los problemas desaparecen, recuerda cómo conoció a Blake (parte III) esa misma sensación, ese escalofrío que se siente al ver u oír algo que te gusta. Alissa abre los ojos y suspira –si funcionó. 

domingo, 13 de julio de 2014

Vida de una informante invisible. Parte I


Alissa. Joven, alta, de cabello castaño claro,  ojos pardos y facciones que hacen resaltar su feminidad, nos cuenta qué se siente ser invisible en el mundo real (Parte II).

Con 20 años de edad, la publicista es a su vez informante, por no decir espía. 


La chica se encuentra en el bar al que acude constantemente, y donde su intermediario Blake, trabaja. –Ali ¿un trago? –Mejor dos. –¿está todo bien?  –no preguntes. Beben mas de dos shots de tequila y luego todo parece estar mejor.

Un hombre obeso y bien vestido, entra al bar con una mirada imponente. –es el contacto. Susurró Blake. –Gracias. Respondió Alissa. Antes de que se siente, el hombre habla –no te sientes, no vamos a negociar aquí. La chica se disculpa y sigue al hombre que aún no se ha presentado. –Quisiera saber su nombre antes de salir de aquí señor. Dijo la chica. –¿para que quieres saber mi nombre?... –abre la puerta del auto –¿para saber quién te mato? –el hombre suelta una carcajada y la empuja hacia el interior del auto. Otros dos hombres que lo acompañan están bien armados y no dudaran en matar a la chica de ser necesario. –¿Qué tienes para mí? –preguntó el hombre mientras acariciaba la pierna de la joven. Ella se sacudió la mano del hombre y le entrego una cd. –¿aquí está todo? –Las cuatro semanas. –¿Qué encontraste? Esta vez, hace caricias en el cuello de la chica. –Lo que usted esperaba desde el principio. –¿Mi esposa me es infiel con el entrenador personal?… lo sabía. –no exactamente. Respondió, mientras se alejaba. –Le es infiel con el paisajista. –p-p-pero el paisajista es mi hermano. –exacto.
El auto se detuvo, Jim (el hombre) le dio el dinero a la chica y se fue.

De vuelta en el bar.

Blake –¿Cómo te fue? –buena paga, solo eso. Respondió Alissa encogiéndose de hombros –brindemos por eso. – no tengo ganas, lo siento. Sera en otra ocasión. –Entiendo. Ella va por sus cosas. –Que descanses. –Igual tú. Ambos se despiden y se marcha.

Llega a casa, enciende su iPod y lo conecta al reproductor. La primera canción en sonar es “Prayer Of The Refugee” de Rise Against. Cuando se está duchando comienza a sonar “Hero of war” de la misma banda; los recuerdos en su mente pasan como viñetas... su padre en la guerra, su madre desconsolada, su hermano pequeño. Lo más irónico es que  su padre sobrevivió a la guerra, pero fue asesinado mientras compraba medicinas para su hijo, al que hacía poco le habían diagnosticado leucemia. Acabo la canción y fue como despertar de un sueño, el agua ya no estaba tan caliente y el jabón ya se había consumido casi todo en el suelo.
Sale de la ducha, se prepara un té de manzanilla y se va a dormir.

sábado, 12 de julio de 2014

Paradoja en Febrero.


Es de madrugada cuando Paul despierta, o al menos eso cree –son las 4:49. Aun no eran las 5:00 pero… no faltaba casi nada ¿cierto? Enciende la máquina para hacer café y mientras tanto, sale al porche que da a la orilla de la costa.

Es solo una pared de inmensas piedras que lo separan de la comodidad de su casa y los tiburones. Inesperadamente ve a un pequeño león marino asomar su cabeza por la superficie. No era muy común que esto sucediera pero menos común era lo que estaba a punto de pasar.

Un japonés iba de camino a una convención anime; su Cosplay estaba hecho a la perfección y el auto era su principal complemento, a su vez la llave para ganar por el mejor Cosplay.

Entonces fue cuando el león marino rojo salió del agua; analizando rápidamente, eso era algo poco probable ¿Cómo un león marino iba a poder salir del agua tan rápido? –un momento ¿roja? “Eso no tiene sentido” pensó Paul. El animal se interpuso en el camino del asiático y este hombre salió eufórico del auto. –¡oh vamos! ¿es en serio? Paul frunció el ceño –¡quitare torpe animal! –grito fuerte y claro. Y, el león marino se dio vuelta hacia él.

El hombre que, desde su porche observaba todo, cambio su mirada diciendo a sus adentros –si yo fuera tú, atacaría. Obediente a sus pensamientos, el animal creció hasta llegar al menos a los seis metros, estrangulando el auto del hombre asiático –¿¡Qué estás haciendo, maldito animal!? –dijo gritando y agitando los brazos, rojo casi como el amenazante animal, pero él, por la ira. 

Paul no estaba contento del todo, es zoólogo, ama los animales y pensó –no me agradas. El león marino desvió su mirada hacia el hombre furioso, le gruño y siguió creciendo a medida que se acercaba. De un mordisco quebró los huesos de sus piernas, y los que le sucedían eran los mordiscos –¡lo estaba masticando! Dijo Paul saliendo con prisa de su casa para intentar ayudar… en algo.

Muy tarde. Ya estaba en proceso de digestión.

La ira de Paul aumentó; a pesar de que al principio no era así, ahora se siente culpable, siente remordimiento por no haber hecho algo antes. –¡mierda! Pero ¿qué te pasa?, eras solo un león marino. Dijo acercándose a él con pasos firmes. El animal iba aumentando su tamaño con relación a cómo iba cambiando el ánimo de Paul. Indignado por ser el único que presenció el suceso (su casa es la única en toda la cuadra) baja la mirada. –viene un auto. Lo oía a lo lejos. Trato de tranquilizarse mientras guiaba al león marino a su garaje, para esconderlo. Lo logra. El auto aplastado parecía más un montículo de latón que otra cosa, así que no llamo demasiado la atención. Paul ve por la ranura de la puerta la partida del aquel auto que oía a lo lejos.

Antes de poder sacar al león marino, o abrir la puerta siquiera, sin explicación alguna se desploma en las escaleras.

El animal vuelve a su color y tamaño natural. Entra al mar, como si nada hubiese pasado.

Valery despierta, al igual que Paul va a la cocina para preparar café, pero él ya se le había adelantado. De la nada comienza a llover, a tronar y a relampaguear. Se forma un tornado diminuto, pero lo suficientemente fuerte como para arrastrar los cuerpos de caminadores matutinos consigo y estrellarlos contra las enormes ventanas traseras de la casa.

Caen los cuerpos sin vida.

Reacciona por el fuerte ruido -¿¡qué rayos fue eso!? –dijo en voz alta, tomo una taza de café y fue a ver de dónde provienen los intensos golpes en el vidrio. No le da tiempo de llegar al jardín trasero, se desploma súbitamente en el suelo quebrando la taza.


Hay una habitación, una enorme en la que se encuentra sola. Oye un golpe. –¿Dónde estoy? ¡Déjenme salir! Paul, ¿Paul dónde estás? –gritó desesperadamente buscando a su novio con la mirada. ¡Val, estoy aquí junto a las ventanas! Ella busca desesperadamente unas ventanas. Paul la encuentra primero –aquí estas. Dijo mientras la abrazaba fuertemente. –¿dónde estamos esta vez? Preguntó temblando. –no lo sé, este lugar es nuevo… es demasiado distinto. –¡no! –¿qué? –te estas… Paul no te vayas ¡no por favor! Exclama la chica con una voz desgarradora y lágrimas corriendo por su rostro. –De qué estas… oh, demonios. Se está desvaneciendo. –¡no por favor, no te despiertes! ¡Lucha!... ¡no! Decía la chica sin poder impedirlo.

Se toman de las manos y pocos segundos después Paul desaparece. Despertó. Helena estaba desconcertada y sola en un sitio desconocido. Helena comienza a llorar, se acuesta en el suelo colocándose en posición fetal, rogando despertar, que Paul vuelva, la muerte… algo.

Club Pozone


Es la inauguración de un nuevo club en la ciudad y como siempre, hay alcohol, drogas y todo lo que ello implica, sexo, violencia y gente que consume.

Una chica cae al suelo como tronco y un desafortunado camarero tropieza con la chica, haciéndolo caer y quebrar todos los cocteles. La mayoría abuchea y solo un compañero de trabajo lo ayuda a levantarse. –Tranquilo te cubro, ve a buscar otros tragos. –Gracias viejo. –no me agradezcas nada, ¡solo ve!

La gente comienza a irse pocas horas después, y la única persona que no ha dejado el club además del personal, es la misma chica que hizo caer al camarero –Luth, llámale un taxi, tenemos que cerrar. Son casi las 5 am. –él arrastra a la chica hasta la salida, y la ayuda a entrar al taxi. –¡Gracias! Balbucea la chica, muy ebria. Luther se va lo más rápido que puede, para recoger sus cosas e irse casa.  

Mientras enrosca la llave, oye a una chica cantando como gato agonizante en el pasillo. –¿y ahora qué? Dice el chico hacia sus adentros, entrando a su departamento. Se recostó a la puerta y se deslizo hasta caer al suelo. *Un gran suspiro* ve su sala de estar destrozada –Hace como tres meses que no limpio… bueno, otro día mas no hará la diferencia. Toma una ducha y se va a dormir.

Suena el despertador.

Lo apaga y vuelve a la cama.

Despierta por la luz que atraviesa sus persianas y de un salto sale de la cama –mierda ¡es tarde, llegare tarde! Se viste en tiempo record y corre al elevador. Cae al suelo a causa de un zapato de tacón en el pasillo. –Lo que me faltaba ¡karma! Rápidamente se levanta y entra al elevador, corre a penas se abren las puertas y sigue corriendo como loco hasta el semáforo cuando un anciano grita a alguno de sus amigos –¡sábado de strippers Héctor! –se oyen risas de ambos ancianos a lo lejos. Luther desacelera un poco el paso –¿sábado? Se preguntó el chico mirando la fecha en su teléfono. Frustrado –¡Ah! Maldita costumbre, hoy no trabajo. Pide el desayuno para llevar y vuelve a su departamento.

Sube al elevador de mal humor y con aire de chico malo. Se encuentra con sus vecinos de abajo, que no pueden evitar sus demostraciones de afecto en público con ruidos y suspiros incluidos. Se detiene el elevador. Sale espitado y justo cuando esta por abrir la puerta: –¡oye! Tú, el de traje ¿has visto un tacón de color ro… –no. –pero si no he terminado de decir la… *portazo*…oración.

¡Finalmente! Tranquilidad. Se sienta a la mesa para desayunar y llaman a la puerta. –¡oh no puede ser posible! Suelta los cubiertos y se dirige a la puerta. -¿Qué se te ofrece? La chica apenada pregunta ¿has visto un bolso Luis Vuitton en el pasillo? Sé que es algo extraña la pregunta pero, lo perdí… igual que mis zapatos. –no, no he visto nada de eso… si quieres pasa y hablamos, de lo contario, no te prestare atención. –ah… de acuerdo. La chica se sienta en la orilla del sofá, pensando. –¿Qué piensas? –Trato de recordar qué pude haber hecho ayer para perder la mitad de mis prendas. –¿quieres la mitad de mi sándwich? –¿me ayudará a recordar? –no te prometo nada, pero puedes probar. *risas*

El chico la mira con delicadeza, con intenciones de acariciar su rostro y besarla. Muy pronto. Todo pasa muy pronto, el vecino de Luther pone música alta. (“Our Story” de Mako) –haha me recuerda al club, donde estuve anoche. Dice la chica con una sonrisa. –a mi… igual. Contesta Luth abriendo los ojos. –¡tú eres la chica que me hizo caer! –Creo que me confundes, lo más loco que paso anoche fue que me drogue y luego un camarero me acompaño hasta mi taxi, no hice caer a nadie. –¿¡y te parece poco!? Ese era yo. –oh, pues lo siento no era mi intención. –Sal de mi departamento –oye no te molestes. –¡adiós!

Termina su desayuno y sale de nuevo. Ve ha a la chica, pero la ignora y sigue su camino. –¡oye! Luther acelera el paso –es solo para decirte que encontré mis cosas. Él se para en seco, a los pocos segundos voltea –pues, me alegro mucho por ti. –lo siento por lo de hace rato, ¿te invito un café? –ah, pues justo en este momento voy a un café. –espérame, busco mi abrigo y vengo. En un par de minutos vuelve. –Y bien, tú eres el camarero que tuvo la mala suerte de toparse conmigo ¿no? –Tal vez… -suelta una risita. – ¿quisieras volver a empezar? Se sientan en una mesita al aire libre y comienzan a hablar, el sitio se llama Hoppipolla y no por nada, es la canción que suena por lo menos una vez al día. –Esa canción le da un flechazo inmediato a cualquiera, mira a las otras mesas. –él la mira a los ojos con la misma delicadeza de esta mañana, pero esta vez sin ánimos de molestarse. Traen el café y unas galletas con queso crema. –Gracias. –Gracias por qué. Dice la chica con la boca llena. –Por hacerme caer. –Creo que ahora será una buena historia para contar. Ambos se ríen y hacen que el café se bote un poco.

Esa noche, la siguiente y las siguientes se siguen viendo en el club. Uno de sus amigos camareros lo aparta –¿esa no es la chica borracha de la inauguración? –sí, amigo creo que me gusta. En serio me gusta. –En serio me voy a comenzar a preocupar por ti. –No es necesario. Se acerca la chica con otro chico de la mano –Luth, él es mi novio Charlie, lo conocí en el trabajo, es boxeador de la MMA. –Mucho gusto. –El gusto es mío...