miércoles, 25 de febrero de 2015

Seis velas, un deseo

... – ¿Qué estamos haciendo?
–Cosas prohibidas

Decían susurrando mientras se escondían bajo las sábanas.  Era como soñar despiertos, imaginaban la orilla de una playa en 2x2 de cama; de allí pasaban a imaginar un lugar especial, solo para ellos, se dejaban llevar por la música de fondo –Pese a que ninguno sabe bailar–

Ella se dejó caer en la cama como si de los brazos de su amado se tratara, entonces dijo –me di cuenta de que nadie es perfecto, pero si puede llegar a ser increíblemente fantástico. Una persona puede ser todo y nada a la vez para ti, con sus riñas y su pelo corto. Él de inmediato supo que era una indirecta… muy directa.

Él se limitó a sustituir las palabras por una mirada y un suspiro, seguido de una sonrisa. Ella sonrió tímidamente y cerraba los ojos lentamente, conforme la mano del chico acariciaba su mejilla... su hombro... su cadera.

–se detuvo–

Volvió a su mano, la tomo y sin soltarla abrazó aquel esbelto cuerpo que albergaba sentimientos fantásticos y emociones infinitas.

“Fly” de Ludovico Einaudi inunda la sala con ilusiones y pecados dulces. Se levantan de la cama dándose la espalda uno del otro, vuelven a cruzar miradas al salir de la habitación.

Ni una palabra, ningún contacto físico.

Terminada la cena, solo seis velas iluminan el comedor. –un abrazo puede ser mágico. Dice ella, rompiendo el silencio. – ¿a qué te refieres? –a que extrañaré tus abrazos -se encoge de hombros- cuando te marches. –Aun me quedan unos días contigo. El doctor dice que me puedo quedar unos días más antes de volver al hospital. Ella ve de nuevo su brazalete médico. –Entiendo. –Sé que duele, pero a mí me duele más. Ella toma su mano y por sobre las velas observa la calvicie de su amado. –Vas a estar bien. –Tú me mantienes vivo.

Ella tarareaba una canción. Una que ambos conocen. – ¿Estas molesto? –Sí, pero es porque no puedo tenerte a mi lado en el hospital. –siempre estoy ahí. –pero cuando no estoy en quimio, estoy durmiendo o tu trabajando… es como una relación a distancia. ¿Quién inventó esa pendejada? – alguien que amaba mucho a su pareja y no dejó que la distancia decidiera por ellos.

Ella lo mira sin que él se dé cuenta –amor – ¿sí? Dijo mientras levantaba la mirada. –Pide un deseo. Él sopla las velas. Se quedan a oscuras.

Ambos suspiran y se dan un largo beso dejando salir algunas lágrimas.

– ¿Qué estamos haciendo?
–Cosas prohibidas...





miércoles, 18 de febrero de 2015

Insomnio

Imposible. Como el silencio en un cuarto lleno de gente. Imposible, como no soñar al oír una guitarra acústica.  

Quiero saber si tu... solo quiero una señal de que lees éstas palabras, sé que no sabes si esto es para ti pero –suspiro  anhelo oír un consejo con tu voz. 

Fragmentos de una pelea no salen de mi mente, se albergan en mis sueños para convertirlos en pesadillas.

Creí que si lo ignoraba desaparecería, pero no.

…“¿Por qué escoges relaciones a distancia, porque es más fácil no?”

No supe qué responder. Amé a quien pronuncio esas palabras y ahora me encontraba en una encrucijada. ¿Realmente lo amaba? –¿realmente me amaba?– Amor es una palabra cuyo significado desconozco aun; estoy dispuesta a averiguarlo. Tengo tiempo. Las relaciones a distancia son dolorosas, requieren mucho tiempo y paciencia. No es más fácil terminar una relación a distancia, cuando eres como yo, que me siento imperdonable por cada sonrisa que borré, cada sorpresa que arruiné y cada lágrima que provoqué.

“Espero que esto también lo hayas planeado, hasta nunca”…

Un punto y fin, el perecer de lo que pudo ser algo memorable… creí. Con esa declaración todo terminaría y no fue así. Sentía ese típico dolor en la garganta que se siente después del sollozo, punzante e incómodo, vívido y desconocido.

Es algo que, aunque no sea fácil de describir, hasta una mirada de esos ojos apasionados podrían hacerme reflexionar… puede que este exagerando, pero me acobijo en tu sabiduría.

–Tonta– me repito cada vez que pienso que alguien tan noob como yo, no es ni la sombra de alguien tan op como tú.

Rítmico como un rasgueo, sentimental como “el soundtrack de tu vida”, épico como un nuevo invento, desconocido como el futuro y maravilloso como el universo.


–“Toda mi vida ha sido lo mismo”

–Tu vida aún no ha terminado.

Secaré mis lagrimas, me pintare los labios de rojo y dejaré que la noche me haga suya... al menos ella sabrá qué hacer.