... – ¿Qué estamos haciendo?
–Cosas prohibidas
Decían susurrando mientras se escondían bajo las sábanas. Era como soñar despiertos, imaginaban la orilla
de una playa en 2x2 de cama; de allí pasaban a imaginar un lugar especial, solo
para ellos, se dejaban llevar por la música de fondo –Pese a que ninguno sabe bailar–
Ella se dejó caer en la cama como si de los brazos de su amado
se tratara, entonces dijo –me di cuenta de que nadie es perfecto, pero si puede llegar a ser increíblemente
fantástico. Una persona puede ser todo y nada a la vez para ti, con sus riñas y
su pelo corto. Él de inmediato supo que era una indirecta… muy directa.
Él se limitó a sustituir las palabras por una mirada y un
suspiro, seguido de una sonrisa. Ella sonrió tímidamente y cerraba los ojos
lentamente, conforme la mano del chico acariciaba su mejilla... su hombro... su
cadera.
–se detuvo–
–se detuvo–
Volvió a su mano, la tomo y sin soltarla abrazó aquel esbelto cuerpo que albergaba sentimientos fantásticos y emociones infinitas.
“Fly” de Ludovico Einaudi inunda la sala con ilusiones y pecados
dulces. Se levantan de la cama dándose la espalda uno del otro, vuelven a cruzar
miradas al salir de la habitación.
Ni una palabra, ningún contacto físico.
Terminada la cena, solo seis velas iluminan el comedor. –un abrazo
puede ser mágico. Dice ella, rompiendo el silencio. – ¿a qué te refieres? –a que
extrañaré tus abrazos -se encoge de hombros- cuando te marches. –Aun me quedan unos días contigo. El
doctor dice que me puedo quedar unos días más antes de volver al hospital. Ella
ve de nuevo su brazalete médico. –Entiendo. –Sé que duele, pero a mí me duele más.
Ella toma su mano y por sobre las velas observa la calvicie de su amado. –Vas a
estar bien. –Tú me mantienes vivo.
Ella tarareaba una canción. Una que ambos conocen. – ¿Estas
molesto? –Sí, pero es porque no puedo tenerte a mi lado en el hospital. –siempre
estoy ahí. –pero cuando no estoy en quimio, estoy durmiendo o tu trabajando… es
como una relación a distancia. ¿Quién inventó esa pendejada? – alguien que
amaba mucho a su pareja y no dejó que la distancia decidiera por ellos.
Ella lo mira sin que él se dé cuenta –amor – ¿sí? Dijo mientras
levantaba la mirada. –Pide un deseo. Él sopla las velas. Se quedan a oscuras.
Ambos suspiran y se dan un largo beso dejando salir algunas lágrimas.
– ¿Qué estamos haciendo?
–Cosas prohibidas...