Se coloca los audífonos al salir del subterráneo.
Suena “todo cuenta” de DLD, su nueva inversión en música
latina. Una vez en el elevador, muere toda inhibición. Se quita la gorra
mientras canta –Todo cuenta, todo cuenta
cuando no hay nada. Todo se va, todo cambia, todo se acaba. Agita su cabello,
toca la guitarra imaginaria y simula un baile genial.
Annie es poliglota, estudiante de artes visuales, y fotógrafa clandestina.
Apolo, hace motocross, es publicista y vive en el departamento
de al lado; está acostumbrado a oírla cantar terrible y a veces no tan
terriblemente todas las noches. Sin nada que hacer y con jellyshots en el refrigerador, toca el timbre
de la chica sin saber qué esperar.
Al abrir la puerta, la luz ilumina el perfil de una chica
bohemia que al ver los pequeños coctelitos en una bandeja lo invita a pasar,
cada uno toma un vasito –y… ¿qué quieres hacer? –No lo sé Polo, son las 20:00
apenas. No quiero dormir pero tampoco quiero emborracharme, tu eres el de las
ideas ¿qué harías? –Haría lo que dice la canción – ¿mentirías conmigo y solo olvidaríamos
el mundo? –Sí, el momento "esta aquí en tus ojos perfectos, son todo lo que puedo ver" –haha
Polo ¿de qué hablas? –es solo la canción. –oh lo siento, pensé de más. Entonces
¿cómo mentiríamos y nos olvidaríamos del mundo? –Conduciendo.
Sin más, Apolo fue a su departamento a buscar las llaves de
su auto mientras Annie arma una canasta con comida y algo para abrigarse.
Él le sonríe y ella besa su frente. Polo siente cómo sus
hormonas se hacen presentes pero se controla. Son casi las diez de la noche y
el camino aún está lleno de luces de otros autos. – ¿A dónde vamos? –a un lugar
que te encantará, aunque esta algo lejos de aquí. –está bien, pero estoy armada
así que no pienses en violarme. Frase que termina con una tierna sonrisa, así
no haría creer que la amenaza en serio. –tranquila, hoy quiero que seas mía
pero no en el sentido carnal, hoy tu eres el centro de mi mundo.
Annie ladea su cabeza como diciendo –que ternurita. – ¿quieres
un sándwich? Sin esperar una respuesta se lo acerca a las manos, él da la
primera mordida – ¡delicioso! –gracias. Dice al tiempo que cierra lentamente
los ojos y apoya su cabeza en el hombro de Polo.
“One day” de Kodaline. Disimula el silencio al Annie quedarse
dormida. –Falta poco. Susurra al oír las olas romper con las rocas. Son las
4:23 y suena “Drive Darling” de BOY. El
tenue calor prematutino que alberga el lugar despierta a la chica.
Sola en el auto, su corazón se acelera. No hay señales de
Apolo, las llaves aún están en el auto y la puerta abierta. Entra en pánico rápidamente,
sale del auto y grita con las lágrimas a punto de salir – ¡Polo!
Todo pasa por su cabeza, un secuestro, un accidente, se perdió
–estoy jodida– a lo lejos se ve la borrosa figura del chico corriendo hacia
ella. Suspira de alivio al saber que todo está bien. –lo siento, pensé que despertarías
después. No está terminado, ojalá te guste. – ¿de qué hablas? –espero que hayas
traído tu cámara. Dice tomando de su mano, llevándola al lugar. –Aquí es. El desayuno está servido sobre las piedras
como mesa, con un espectacular ángulo para ver el amanecer. Se queda sin
palabras –Me encanta, oh por dios no se qué decir ¿por qué hiciste todo esto
por mí? –porque este lugar se vuelve fantástico, casi mágico al amanecer. – ¿quieres surfear? –claro.
–Polo
– ¿Annie?
–Todo cuenta
–Todo cuenta
"Cuando no hay nada"