20 de Agosto
Después de estas últimas semanas que hemos practicado lo que me propusiste debo admitir que, por supuesto, es placentero.
Después de estas últimas semanas que hemos practicado lo que me propusiste debo admitir que, por supuesto, es placentero.
No me quejo, el sexo telefónico es algo que nunca había hecho
y contigo –suspiro– me encanta. Y tienes razón, nos ha fortalecido pero como
pareja hemos sido poco constantes hemos jugado con los años y con nuestra imaginación.
Ahora estoy escuchando Still loving you de Scorpions y me
recuerda tanto a ti.
“Is there really no chance, to start once again? I’m loving
you”
Supongo que escribirte ya es costumbre, te veo casi todos
los días, lo nuestro es un vaivén, siento que si no te escribo te pierdo… es
complicado.
Me contaste que meditar o asistir a talleres me haría bien.
Y pues, lo hice.
Eran como las 9:00 am del domingo cuando me dirigí a una
puerta que estaba abierta, parecía ser el lugar correcto. –Pero me equivoque– En
el momento pensé que todo estaba bien asi que me mostré muy alegre y
extrovertida… para ¿variar? Fue entonces cuando me di cuenta de que estaba en
el lugar equivocado. Unos ancianitos que estaban desayunando me miraban
boquiabiertos seguramente preguntándose qué diablos hacia yo ahí. Muy
amablemente me preguntaron ¿qué buscaba? Les dije que buscaba al grupo del
taller sobre constelaciones familiares. El hombre me dijo con voz firme –usted se
equivocó de casa, no sé de qué me está hablando– sentí mucha vergüenza y a la
vez ganas de reír. Finalmente tras diez minutos de “ardua búsqueda” (el departamento
del piso de arriba) encontré a la gente del taller. Y de nuevo me equivoque de grupo, entre a uno
de reiki. No tenía idea de qué era eso. Me asusté con tanto incienso, velas y música
celta. Salí al recibo esperando a que entrara alguien y ¡BAM! De golpe llegaron
como diez personas que si pertenecían al grupo al que me inscribí.
Finalmente pude meditar y hacer ejercicios para encontrarme
a mí misma y descubrir que tú eres parte de mí y que lo nuestro está destinado
a durar y que yo, por mi arrogancia no he querido aceptar del todo.
Eres lo mejor que me ha pasado Evan.
Con amor Eliana.
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